viernes, 29 de febrero de 2008

EL MAL CAMINO


Estoy asistiendo con cierto temor a la cada vez mayor proliferación de circuitos urbanos. Que quede claro, en primer lugar, que los circuitos urbanos siempre ha tenido su encanto por lo impresionante de ver una bestia como es un F1 a 4 metros de un edificio dándolo todo, pero creo que no es el camino a seguir para conseguir una mayor presencia a nivel mundial.


Nuestro amigo Bernie, que es un gran gestor de la F1 como marca pero no como deporte, ha conseguido hacer millonarios a quienes confiaron en él a base de poner el mercado mundial el nombre de la F1 como deporte de monoplazas de primer nivel pero olvidando en los últimos tiempos que en este deporte existen aficionados muy puristas de los circuitos y los urbanos no son exactamente circuitos con todo lo que eso conlleva en todos los aspectos: boxes pésimos, adelantamientos nulos, escapatorias cero, los pilotos arriesgan menos...


Este año ya nos ha colocado Valencia, queda dicho desde hoy que no me gusta, y además Singapur y de noche.


No es la estrategia correcta se mire por donde se mire.

domingo, 3 de febrero de 2008

LA ESPAÑA DE CHARANGA Y PANDERETA




Eso es lo que siento al ver lo que ha pasado en el Circuito de Cataluña (o Circuit, como lo llaman los que piden respeto por sus posiciones ideológicas). Respeto por otro lado que no han demostrado los catalanes que han ocupado la grada que se sitúa enfrente del Box de McLaren para dejar claro que el español aficionado de nuevas a este deporte no es más que un inculto y no se merece ver ni una carrea más...¡qué vergüenza!.

Qué habrán pensado el resto de los equipos de F1 acerca de nuestro país. Contra Hamilton ha habido insultos racistas claramante distinguibles e incluso pancartas que tuvieron que ser retiradas fruto de la regañina que les dió a esa gente que dice que le gusta la F1 (hasta que Alonso se retire) el director del circuito.

Esto de todas formas se veía venir tal y como comentamos en otros artículos anteriores. Gracias Lobato & co. por hacer de la F1, en una cadena que gana dinero de la telebasura, un deporte sin la categoría y sobretodo la camaradería y respeto del que ha gozado SIEMPRE. Un deporte de caballeros y de CAMPEONES QUE SON DE TODOS.