Han sido duras las últimas semanas para Alonso. Duras porque se le ha caído en sus narices lo que hasta hace poco creía que era la Fórmula 1, un patio donde gana el mejor (léase mi otra entrada "Los buenos y los mejores") y a esa persona se le respeta.
Podríamos cruzar opiniones de forma interminable y creo que casi todas dando la razón a Alonso, pero llegados a este punto de maltrato al campeón español publico esta entrada refiriéndome al Alonso de ahora que en mi opinión ya se ha convertido en un campeón de Fórmula 1 y no antes.
La F1 no es llegar el primero a la meta. Esta competición se basa en apoyos, patrocinios, suerte y lo último en llegar el primero a la meta. Pat Symonds ha reconocido abiertamente que Kovalainen sería este año tan bueno como Hamilton si en vez de pilotar el R27 pilotara el McLaren, pero a Kovalainen no le apadrinó Ron Dennis...
Alonso es el jefe indiscutible actual de la F1 por méritos propios pero no se ha encontrado con el apoyo que un campeón merece, bien por no haberse impuesto con toda la autoridad que algunas situaciones han merecido o por lo que sea. Ha aprendido a palos que la autoridad en este deporte no se obtiene ganando carreras pero sin embargo él ha elegido la opción de callar todas las bocas posibles GANANDO CARRERAS Y TÍTULOS y eso lo hará aún más fuerte y más respetado.
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